VICTORIA PÍRRICA

Focus: Política
Fecha: 18/11/2024

Aquella en la que el ejército presumiblemente vencedor sale tan mal parado que ya nunca se recupera, en tanto que al teóricamente vencido le sucede lo contrario.

En una muestra más de su progresiva demencia senil, el presidente Biden ha dado su aprobación para que el ejército ucraniano utilice misiles de largo alcance (de producción norteamericana) con objeto de atacar cualquier población de la Federación Rusa, incluidas por ejemplo Moscú o San Petersburgo.

Esta loca decisión, en el supuesto de que se lleve a la práctica, puede conducir al mundo a una tercera guerra mundial, que por su carácter nuclear sería la definitiva.

El gobierno ruso ya avisó de que cualquier movimiento en ese sentido sería interpretado como una declaración de guerra por parte de los países miembros de la OTAN, por lo que se vería legitimado para actuar en consecuencia.

El ciudadano Biden y su gobierno pueden quedar en la historia (suponiendo que alguien la pueda contar) como el grupo de políticos más loco desde que existe un sistema regulado para hacer de la vida en sociedad un entorno convivencial.

Llama la atención esta medida, que algunos líderes europeos en un alarde de bravuconería habían reclamado, porque justamente al gobierno del partido demócrata le quedan apenas dos meses para despedirse. Lo que ocurre es que el establishment norteamericano quiere llevar el conflicto de Ucrania al límite y así impedir que el nuevo gobierno presidido por Donal Trump de un giro de ciento ochenta grados a la situación.

Dar como justificación de la escalada el hecho no probado de que existan fuerzas regulares de Corea del Norte al lado del ejército ruso es una soberana estupidez. En esta guerra hay soldados de muchos países a ambos lados de la contienda. En el lado ucraniano hay mercenarios profesionales (los típicos “contractors” que se hicieron famosos en la ocupación de Irak) y en el otro lado hay chechenos y otros colectivos de la Federación Rusa. Que haya "voluntarios" norcoreanos no cambia nada. No solo esto. Está probado que ciertas tecnologías militares están dirigidas in situ por militares de la OTAN, por la simple razón de que los mandos ucranianos no están adiestrados para su uso.

Entretanto los medios occidentales siguen dedicando sus páginas informativas a los nombramientos que está haciendo el presidente Trump, con especial dedicación a la vida y milagros de cada uno de ellos, como si se tratara de un programa "rosa" de las televisiones basura (que son todas). Cuando esta gente tome las riendas del país y empiece a actuar (20 de enero del 2025), será el momento de enjuiciarlos. Lo dije y lo vuelvo a repetir, Donald Trump es un narciso patológico pero no es un necio. Los que sí lo son (por sus actos los conoceréis), es la pandilla que gobierna en la actualidad el gran país norteamericano.

Es un caso inaudito en la propia historia de Estados Unidos. Un presidente saliente que pretende chantajear al entrante. Veremos cómo reacciona Donald Trump. Aunque aquí lo que cuenta y puede afectar a todos nosotros (que estamos sometidos a la dictadura de un Estado que es miembro de la OTAN), es como puede reaccionar el ejército y el gobierno ruso, un país que cuenta con la mayor potencia nuclear operativa del mundo.

Como dicen por ahí: "Que Dios nos coja confesados".

 

 

 

Alf Duran Corner

 

« volver