Barney Frank, presidente demócrata del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, quería que los bancos emplearan parte del dinero del rescate...(Michael Hudson)

Barney Frank, presidente demócrata del Comité de Servicios Financieros de la Cámara, quería que los bancos emplearan parte del dinero del rescate para reducir las deudas hipotecarias a niveles que se pudieran pagar. Los propietarios de viviendas habrían recibido el beneficio y sus hipotecas no habrían acabado tan mal. “Paulson en un principio se resistió a la idea; él solo quería poner el dinero en circulación”, según las palabras de Frank. «Y después de haber sacado el primer tramo del dinero, habría tenido que pedir un segundo tramo, y entonces dijo: “Está bien, te diré qué, voy a pedir ese segundo tramo y voy a utilizar parte de los fondos como apalancamiento de las hipotecas; pero, eso sí, no voy a hacerlo a menos que Obama lo pida”». Pero el presidente electo rechazó la propuesta.

      Corría ya diciembre, así que tratamos de conseguir sin éxito que la gente de Obama se lo pidiera. Durante el periodo crítico en que el TARP se estaba implementando, hubo un vacío de liderazgo político. Y en un momento dado, mientras lo estábamos presionando, Obama dijo: «Bueno, solo tenemos un presidente a la vez».

Fue su manera de decir “No”. El problema no era tanto un vacío de liderazgo como una continuidad de las Administraciones de Clinton y Bush. Obama bloqueó rápidamente las aportaciones,  a fin de que estas se dieran exclusivamente en términos probancarios. Nombró a Larry Summers como su asesor principal y promovió a Geithner para que relevara a Paulson como secretario del Tesoro. Summers y Geithner estaban en posición de bloquear cualquier movimiento que no sirviera al ala de la “Rubinomía”, que de un tiempo a esta parte se había hecho con el Partido Demócrata. Rubin, después de todo, había sido el patrocinador principal de Obama en sus comienzos.

 

Fuente: Matar al huésped. Michael Hudson. Capitán Swing Libros. Madrid. 2018.

 

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