Como sugiere la frase, “la vida reflexiva” es una vida enriquecida por el pensar en las cosas que importan...

Como sugiere la frase, “la vida reflexiva” es una vida enriquecida por el pensar en las cosas que importan, los valores, objetivos, la sociedad, las típicas vicisitudes de la condición humana, un desiderátum a la vez personal y público, los enemigos del desarrollo humano, y el sentido de la vida. No es necesario llegar a pulidas teorías en todos estos temas, pero es necesario dedicarles al menos un poco de pensamiento si nuestras vidas han de tener un grado mínimo de forma y dirección. Reflexionar sobre estos temas es como estudiar un mapa antes de un viaje. Mirar un mapa no es lo mismo que viajar, pero al menos nos orienta, nos da un sentido del lugar y de cómo los sitios se relacionan unos con otros –especialmente aquel que uno quiere visitar-. Una persona que no reflexiona sobre la vida es como un extranjero sin mapa en una tierra extraña; para tal individuo, perdido y sin dirección, cualquier cambio en la ruta es tan bueno como cualquier otro, y si lo lleva a algún lugar digno de mérito lo habrá hecho de forma fortuita.

 

Fuente: El sentido de las cosas. Anthony C.Grayling. Ares y Mares. Barcelona. 2002.

 

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