Dentro de este contexto, la violencia terrorista es un fenómeno estrictamente tribal y con unas raíces antropológicas...
Dentro de este contexto, la violencia terrorista es un fenómeno estrictamente tribal y con unas raíces antropológicas de tipo
narcisista . Quiere decirse que no hay, en la tribu terrorista, ningún sentimiento de culpabilidad. Recordemos el viejo esquema freudiano: la pulsión agresiva viene interiorizada y regresa al yo (de donde había surgido) bajo forma de conciencia moral. Así se origina, en el niño, una necesidad de punición (reforzada por el Edipo), y, en el adulto, un Superyo que puede identificarse con Dios, la ley moral, el Estado. El esquema básico de la conciencia moral es la represión que el Superyo le hace al yo: la agresión interna que discurre en el seno de la misma personalidad. Pues bien, todo este esquema es rechazado por el talante narcisista de los miembros de la tribu terrorista. La culpabilidad como mecanismo de control social desaparece. La agresión se vuelca, entera, hacia el exterior. El terrorista no se siente miembro de ninguna nación-estado, no asume ni internaliza ningún código colectivo, salvo el suyo propio, o el de su tribu.
Fuente: La dificultad de ser español. Salvador Pániker.
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