El cinismo es por ahí conservadurismo, rechazo a pensar la posibilidad de todo cambio a mejor para el conjunto, pero también es ahora oportunismo...

El cinismo es por ahí conservadurismo, rechazo a pensar la posibilidad de todo cambio a mejor para el conjunto, pero también es ahora oportunismo, la moral del tentempié: caer siempre de pie. Es cínico el que afirma que daría una contribución a la caridad, pero que no lo hace porque esto no resuelve el problema; el que dice que apoyaría la ayuda gubernamental -a los desheredados, al Tercer Mundo- pero que no lo hace porque no funciona, porque se lo gastan los de siempre; el que afirma que negros y homosexuales tienen iguales derechos, pero bien se cuida de integrar esta convicción en su vida cotidiana o se esfuerza por mantenerse al margen de ellos; el que afirma que, en efecto, las mujeres son iguales a los hombres o deben tener iguales derechos, diciendo con sordina que sin embargo en el fondo todos sabemos que no es así; o el que afirma que es muy importante la causa ecologista, pero de ahí va un trecho a manifestarse contra una incineradora, un vertido o una central nuclear, o tener que discriminar la basura (“uno quiere, pero...”, “y es que no facilitan las cosas...”, etc.). El cinismo es así conciencia ilustrada del problema -frente a la inconsciencia naive - y convicción de su falsedad como problema (o de su carácter irresoluble, y de ahí la renuncia), por lo cual parece justa la definición que hace de él Sloterdijk en su Crítica de la razón cínica: “El cinismo es la falsa consciencia ilustrada, la consciencia desventurada moderna, sobre la cual la Ilustración ha obrado a la vez con éxito y en rotunda pérdida” ( Kritik..., p.27). Esta es la clave de la duplicidad cínica: consciencia ilustrada y falsa consciencia a la vez. Quizás era ésta la dualidad que expresa Wilde en su definición del cínico: “Un hombre que conoce el precio de todo y el valor de nada”.

 

Fuente: Diccionario razonado de vicios,pecados y enfermedades morales. Jorge Vigil Rubio. Alianza Editorial. Madrid. 1999.

 

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