En el siglo I a.C., el teórico político y orador Cicerón (106-43 a.C.) declaró: “Ignorar lo que ocurrió antes de que nacieses es seguir siendo un niño siempre”...
En el siglo I a.C., el teórico político y orador Cicerón (106-43 a.C.) declaró: “Ignorar lo que ocurrió antes de que nacieses es seguir siendo un niño siempre.”
Un par de milenios después la historia se repitió cuando el filósofo de Harvard George Santayana (1863-1952 d.C.) le dio a la advertencia de Cicerón este brusco giro: “Los que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo.”
El parloteo político no ha sido lo mismo desde entonces.
Se han apropiado de las palabras de Santayana un número suficiente de políticos y expertos como para poner a un algoritmo de Google a sudar. Los consejeros más serios nos advierten de que no repitamos la Historia, por ejemplo, yendo a la guerra, subiendo los impuestos o legalizando el whisky. Citan capítulos y versículos de precedentes históricos que dan fuerza a sus avisos. “¡No vuelvas ahí! -nos exhortan-. ¿No has aprendido nada de los errores pasados?”
Pero entonces, curiosamente, llegan otros consejeros serios que nos advierten de que no repitamos la Historia dejando de invadir un país en particular, bajando los impuestos, o haciendo que el consumo de alcohol sea ilegal.
Santayana, tenemos un problema. En realidad, dos.
El primero es que el estudio de la Historia no es tan limpio como el estudio de las piedras, por ejemplo. La Historia incluye muchas más variables que las piedras, de manera que la tarea de encontrar en ella una réplica exacta de la situación socio-política actual es prácticamente imposible. Pensemos en la obviedad de que la Historia no se repite; esto hace que toda la labor de buscar en los acontecimientos del pasado las claves para tomar las decisiones en el presente sea, en el mejor de los casos, aventurada. Parece claro que Heráclito tenía esto en mente cuando dijo: “No cruzas dos veces el mismo río.” Todo cambia de un momento (y era) al siguiente, tanto si nos gusta como si no.
Fuente: Aristóteles y un armadillo van a la capital. Thomas Cathcart/Daniel Klein. Editorial Planeta. Barcelona. 2009.
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