La “compañera” -junto a otras muchas ideas más que dudosas sobre la vida, la socialdemocracia creó esa palabra y ese concepto durante el período en que detentó el poder...

La “compañera” -junto a otras muchas ideas más que dudosas sobre la vida, la socialdemocracia creó esa palabra y ese concepto durante el período en que detentó el poder. –Compañera al margen de cualquier sacramento o coacción estatal. Simplemente, la dignidad de la vida humana. – La común aceptación de penas y alegrías a lo largo de muchos años no tiene nada que ver con la pasión, pero se acerca más a la constitución. –Estar decididos a soportar la vida juntos. Con todo lo que ello comporta de inmensa ambigüedad y de falta de confianza. –Desde la infancia estamos destinados a una unión de esa clase. Deseamos tener una compañera aun antes de que nuestra sexualidad esté suficientemente desarrollada y en condiciones de ser utilizada. Es posible que tales personas estén destinadas una a otra. –La sexualidad es una de esas fuerzas naturales a la que ambos, juntos, se ven expuestos. –No es que la despierten en el otro, sino que la reciben del otro. –Es positivo que su encuentro se produzca cuando ambos son aún vírgenes. –Transforman la perfidia en confianza. –Ninguno de los dos le arrebata al otro ni un solo fragmento del mundo. Ese acuerdo implica que uno de los dos admire al otro en la medida en que lo necesita. O, si no lo hace (belleza, lírica), se requiere que el otro lo comprenda. O que ambos sientan una admiración común (no una admiración recíproca) por el hecho de estar juntos. –“Completarse” es agradable, pero ha de haber también algo de admiración. –Una transigencia que no ofenda el amor propio por ser demasiado general, etc.: hacen falta muchos elementos individualizados. –Tuve ocasión de conocer a un matrimonio feliz; él era un actor ambicioso y con éxito, ella intrigante y no menos ambiciosa, favorecía la carrera del marido mediante una serie de adulterios de los que él no sabía nada, excepto la admiración que le inspiraban sus resultados [milagrosos]. –En términos generales, las uniones a las que ha precedido algún adulterio o experiencias similares resultan mejor.

 

Fuente: Diarios. Robert Musil. Random House Mondadori. Barcelona. 2004.

 

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