Los físicos tuvieron que ampliar de forma dramática su visión de la realidad para poder describir lo que encontraron en el interior del átomo...(Jon Kabat Zinn)

Los físicos tuvieron que ampliar de forma dramática su visión de la realidad para poder describir lo que encontraron en el interior del átomo.  Forjaron el término complementariedad para transmitir la idea de que una “cosa”, como, por ejemplo, un electrón, puede contar con dos conjuntos totalmente diferentes y, en apariencia, contradictorios, de propiedades físicas, como, por ejemplo, aparecer en forma de onda o de partícula, dependiendo del método que empleemos para observarla. Se vieron obligados a invocar un principio de incertidumbre como ley básica de la naturaleza para explicar que uno pueda conocer la posición de una partícula subatómica o su momentum, aunque no ambos simultáneamente. Además tuvieron que desarrollar la idea de un campo de quantum, que postula que la materia no puede ser separada del espacio que la rodea, es decir, que las partículas son simples “condensaciones” de un campo continuo que existe en todas partes. Puede que, en esta descripción del mundo, no tenga demasiado sentido preguntar qué es lo que “causa” la aparición o desaparición de materia en el vacío, aunque sepamos que es algo que ocurre. Estas nuevas descripciones de la realidad, de la estructura interior de los mismísimos átomos que conforman nuestro cuerpo y el mundo, se encuentran tan lejos de nuestra manera de pensar habitual que requieren un importante cambio en ella.

Estos conceptos revolucionarios con los que los físicos llevan viéndoselas durante los últimos noventa años se han ido filtrando poco a poco en la cultura intelectual, empujando por lo general a la gente a pensar más en términos de formas complementarias del saber; lo que significa que es ahora más aceptable postular, por ejemplo, que del mismo modo que la ciencia y la medicina tienen una descripción particular de la salud, esta descripción puede no ser la única válida.  La idea de complementariedad nos recuerda que todos los sistemas del conocimiento pueden se incompletos y necesitan ser contemplados como facetas de un todo mayor que se encuentra más allá de los límites y teorías que intentan describirlo. Lejos de invalidar el conocimiento en un terreno en particular, la complementariedad indica simplemente el hecho de que el conocimiento es limitado y necesita ser utilizado dentro de los terrenos en que sus descripciones son válidas y tienen importancia.

 

Fuente: Vivir con plenitud las crisis. Jon Kabat-Zinn. Editorial Kairós. Barcelona. 2013.

 

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