Ni “el paraíso hegeliano” de Fukuyama ni los mitos civilizacionistas de Huntington...
Ni “el paraíso hegeliano” de Fukuyama ni los mitos civilizacionistas de Huntington han podido satisfacer la inquietud de unos científicos sociales que observan que con el hundimiento del comunismo en 1989 fracasó de hecho una de las versiones del proyecto transformador de la Ilustración y se percatan de que no es seguro que el “liberalismo” del mercado baste para sostener la otra versión de la teoría del progreso en que se sustentaban las esperanzas de un crecimiento continuado. Lo dice John Gray, profesor de política en Oxford y entusiasta de un conservador como Hayek en un pasado cercano, que ahora denuncia que “la idea de que una economía de mercado es un sistema que se autoestabiliza es arcaica: una curiosa reliquia del racionalismo de la Ilustración”. Y que comprueba que la ilusión de que del fin de la guerra fría surgiría un nuevo orden mundial se ha desvanecido, dejándonos con una economía mundial anárquica, donde “la emancipación de las fuerzas del mercado del control político y social” puede llevarnos a “una creciente anarquía internacional” que hace probable que “la edad de la globalización sea recordada como otro paso en la historia de la servidumbre”. Un personaje poco sospechoso de nostalgias marxistas como George Soros ha dicho que “el nuevo fanatismo del mercado es más peligroso para el mundo que el comunismo”.
Fuente: La historia de los hombres: El siglo XX. Josep Fontana.Editorial Crítica.Barcelona.2013.
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