Permanece callado el mayor tiempo posible, escucha los consejos de otro y sopésalos un buen rato...(Cardenal Mazarino)

Permanece callado el mayor tiempo posible, escucha los consejos de otro y sopésalos un buen rato. Procura no dejarte arrastrar por sentimientos intensos. No sobrestimes tus palabras ni tus actos. No te ocupes de cosas inútiles y de las que no vayas a sacar ningún provecho en el futuro y, en fin, no te metas en los asuntos de los demás. Elogia por escrito las hazañas de los otros, incluso si tienes que erigirles enormes monumentos, pues su gloria recaerá sobre ti ganándote además sus simpatías y sin despertar en ellos la envidia. No te dejes llevar  por la ira ni por la sed de venganza. Cuando te cuenten historias sobre el valor de otros, escúchalas con interés. Sólo en contadas ocasiones demuestra tu admiración ante lo extraordinario. Sólo en contadas ocasiones da consejos. No hagas nada por mera rivalidad. Evita los litigios aunque en algún caso esto te perjudique. No enseñes a nadie los objetos preciosos que posees y que son fácilmente codiciables. Si alguien te empuja a emprender algo, procura que asuma parte del riesgo.

Si has de hacer una recomendación o presentar una petición, o si has de embarcarte en algún negocio, primero consulta y busca en los libros de Historia casos que sean parecidos con el fin de inspirarte. Lee a menudo las obras de los rétores: explican los distintos medios de suscitar el odio, de volverlo contra quien lo provoca, de justificarlo, de apaciguarlo, etcétera. Hay que saber usar la ambigüedad y que nuestro discurso pueda interpretarse en uno u otro sentido sin que sea posible llegar a concluir nada en concreto. A veces la necesidad obliga a ello, como fue el caso de Aristóteles –según Gregorio Nacianceno- que se valió de este artificio al consignar su pensamiento por escrito.

 

Fuente: Breviario de los políticos. Cardenal Mazarino. Quaderns Crema. Barcelona. 2007.

 

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