Si todo fenómeno cultural es un acto de comunicación y puede ser explicado mediante los esquemas propios de cualquier acto de comunicación...

Si todo fenómeno cultural es un acto de comunicación y puede ser explicado mediante los esquemas propios de cualquier acto de comunicación, será conveniente individualizar la estructura elemental de la comunicación donde ésta se produzca – o, mejor dicho – en sus términos mínimos. Es decir, al nivel en que se produce un paso de información entre dos aparatos mecánicos. Esto no quiere decir que los fenómenos de comunicación más complejos (los de comunicación estética, por ejemplo), puedan ser reducidos a un paso de señales entre una máquina y otra. Pero nos resulta útil individualizar la relación comunicativa en su dinámica esencial, en donde se perfila con mayor evidencia y sencillez, permitiéndonos la construcción de un modelo ejemplar. Solamente en el caso de que consigamos individualizar este modelo (esta estructura de la comunicación), capaz de funcionar igualmente a niveles de mayor complejidad (aunque sea por medio de diferenciaciones y de complicaciones diversas), nos será posible estudiar todos los fenómenos culturales bajo el aspecto comunicativo.

 

Fuente: La estructura ausente. Umberto Eco. Editorial Lumen. Barcelona. 1972.

 

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