Snowdon ha comprobado que las monjas que se licenciaron en la universidad, enseñaron en la escuela y enfrentaron permanentemente sus mentes a problemas en la vejez...
Snowdon ha comprobado que las monjas que se licenciaron en la universidad, enseñaron en la escuela y enfrentaron permanentemente sus mentes a problemas en la vejez vivieron más y resistieron el mal de Alzheimer mejor que las monjas que tenían una educación formal menor y pasaban la mayor parte de su tiempo limpiando habitaciones y preparando la comida. La conclusión de Snowdon, y de otros científicos que han estudiado el envejecimiento y el cerebro, es que cualquier actividad intelectual exigente estimula el crecimiento de las dendritas, y se suma a las conexiones neuronales del cerebro. Las hermanas que se han exigido más tienen más conexiones neuronales, gracias a lo cual pueden redirigir mensajes cuando un ataque o una enfermedad afectan al cerebro, por lo que se contrarrestan los efectos perjudiciales en el cerebro y se mantienen más sanas y más activas durante más años. Dado que las hermanas han llevado por lo demás vidas parecidas en el mismo entorno durante decenios, está minimizada la influencia de cualquier otro factor.
Fuente: El cerebro: Manual de instrucciones. John J.Ratey.
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