Sobre la viabilidad económica de Catalunya como Estado independiente...

Sobre la viabilidad económica de Catalunya como Estado independiente.

Dimensión país

¿Existen en la Unión Europea Estados independientes similares a Catalunya?

Sí. Veamos: Catalunya (32.000 kilómetros cuadrados, 7,2 MM habitantes, 210.000 MM € de PIB). Dinamarca (43.000 kms cuadrados, 5,5 MM habitantes, 206.000 MM de PIB. Eslovaquia (49.000 kms cuadrados, 5.5 MM habitantes, 115.000 MM € de PIB). Además, existen otros muchos Estados de menor dimensión: Estonia, Lituania, etc.

¿El Estado-Nación que se consolidó en la Europa del siglo XIX tiene sentido en la actualidad?

Tiene escaso sentido, pues ha perdido buena parte de su soberanía, con algunas excepciones. La política monetaria está en manos de un órgano supranacional (el Banco Central Europeo) y la política de defensa en manos de otro (la OTAN). La crisis económica mundial ha puesto en evidencia la necesidad de un gobierno europeo que dirija a su vez las políticas presupuestarias y fiscales. Los gobiernos de los Estados-nación clásicos se están quedando sin trabajo. El futuro es de los países europeos de menor dimensión, más próximos a la realidad de su población, que pueden gestionar más eficientemente los recursos que manejen.

Déficit fiscal

¿Qué quiere decir que Catalunya tiene déficit fiscal?

Que los catalanes pagamos cada año al Estado unos impuestos mucho mayores que la inversión y el gasto público que recibimos, lo que produce una descapitalización del país. Sólo el esfuerzo del ahorro privado, que sale de los bolsillos de los catalanes, permite paliar en parte esta diferencia: escuelas, hospitales, guarderías, mutuas, clínicas, autopistas. Pero esta situación es insostenible, dado el peso del sector público en la economía española.

¿Cuál es el valor de este déficit?

Los datos registrados del período 2002 – 2005 nos dan un déficit promedio anual de 14.000 MM €. Pagamos 42.000 y nos devuelven 28.000. Los años del boom (2006-2008) nos llevan a estimar que el déficit alcanzó la cifra de 21.000 MM. €, que es el 10% de nuestro PIB. Esto es igual a 3,5 billones de las antiguas pesetas.

¿Y esto siempre ha sido así?

Si nos referimos únicamente a la etapa democrática y a partir del momento en que se desarrolla el concepto de una España autonómica, Catalunya ha estado subvencionando a buena parte del resto de las autonomías. Si acotamos el período más próximo (1990-2010) y tomamos una media de déficit anual de 8.000 MM € (que no son ni los 21.000 de ahora ni lo 14.000 del 2002) llegamos a la cifra de 160.000 MM € en veinte años. Esta cifra es igual al 76% de nuestro PIB.

¿Y a nivel personal y familiar, qué significa esto?

Significa que cada catalán paga 233 € al mes por ser español y que una familia de tres personas pagan por el mismo concepto 8.400 € al año. Cada día desaparecen del bolsillo de los catalanes 60MM de euros.

¿Pero ésta no es nuestra “cuota de solidaridad”?

Es mejor la “cuota de expolio”. La solidaridad tiene unas premisas que en este caso no se cumplen:

1. No se puede ser solidario con otros países o regiones, cuando en nuestro propio país existen carencias fundamentales con bolsas de pobreza que se expanden (en Catalunya hay 1.200.000 personas cuyos ingresos son inferiores al 60% de la renta media).

2. Cuando una subvención solidaria se institucionaliza, el receptor cuenta con ella y su afán de trabajo y mejora tiende a inhibirse.

3. Las subvenciones deben tener un carácter temporal para no crear disfunciones económicas.

¿En la práctica, cómo notaría un catalán en su propia piel que Catalunya fuera independiente?

Es fácil de medir sin hacer especulaciones. Euzkadi y Navarra no son Estados independientes, pero gozan de los privilegios de tener Hacienda propia. Es decir, se quedan los impuestos que recaudan y luego negocian una pequeña cuota con el Estado Central. Gracias a esto y a pesar de que sus economías son notablemente inferiores a la catalana, sus ingresos por habitante más que doblan los de Catalunya.

¿Y cómo se refleja en los presupuestos de la Generalitat esa “cuota de expolio”?

Se refleja en un déficit permanente entre los ingresos y los gastos. Para cubrir ese déficit, la Generalitat tiene que emitir Deuda Pública (que significa que deja una deuda creciente a las generaciones futuras). En la actualidad esta deuda es de 22.000 MM €, más unos 7.000 MM € de empresas o instituciones públicas catalanas. Este año nos tocará pagar intereses por valor de 3.000 MM €. Si no tuviéramos el déficit fiscal con el Estado, podríamos reducir progresivamente la Deuda y sus intereses, y consolidar nuestra solvencia como país.

¿Cuál sería pues el presupuesto de la Generalitat si Catalunya fuera un Estado independiente?

Si en la actualidad el presupuesto es de 39.700 MM € y a esto le añadimos la “cuota expolio” (21.000 MM €), nos encontramos con un nuevo presupuesto de 60.700 MM €, que es un 52% superior al actual. Los recortes que por todos conceptos está aplicando ahora la Generalitat para reducir el gasto (salarios funcionarios, pensiones, impuestos, inversiones, etc.) serían innecesarios.

¿Y todo esto no se arreglaría si nos aprobaran el Estatut?

En absoluto. En el supuesto de que el Tribunal Constitucional lo encontrara todo bien (hipótesis imprevisible), la teórica mejora de ingresos para el 2010 sería de 80 MM. €, cifra que no llega ni al 5% del déficit fiscal que tenemos. Es una tomadura de pelo.

¿Por qué en ocasiones se presentan cifras del déficit como menores?

Porque hacen trampas. Hay dos formas de estimar este déficit: el modelo de flujo monetario y el modelo de flujo de beneficio. El primero se fija en los flujos monetarios: el dinero que se recoge en el territorio y el dinero que se recibe. El segundo es muy subjetivo y parte de la base de que ciertas inversiones que se hacen en la capital del Estado benefician a todo el mundo. Por eso reparten los costes del Museo del Prado, o los gastos de Defensa, o parte de los gastos de los funcionarios de la Administración Central o la nueva terminal de Barajas. Esto es un sinsentido.

Unión Europea

¿Seríamos miembros de la Unión Europea?

Evidentemente. Pagaríamos nuestra cuota del 1% del PIB (2.100 MM. €). La Comunidad Europea se financia en un 75% por el volumen del PIB de cada país, en un 15% por el IVA y en un 10% por el arancel común de los productos importados de terceros países. Podríamos destinar además 1.000 MM € para cubrir los gastos en política exterior: embajadas, consulados, etc. Hay que señalar que el nuevo concepto de Estado-Nación del siglo XXI no nace con la sobrecarga burocrática de los viejos Estados-Nación. El propio Estado español arrastra los costes de ese perfil y de ahí parte de su ineficiencia.

¿Y que pasaría con nuestra relación con el Banco Central Europeo?

Seguiríamos el protocolo señalado y acudiríamos a la ampliación de capital establecida. El capital del BCE se reparte entre todos los bancos centrales de cada país en función de su PIB y de su población. España ha aportado 478 MM €. A Catalunya le tocaría aportar 98 MM €.

¿Pero tenemos banco central en Catalunya?

Lo tendríamos (Banc de Catalunya). Es una cuestión formal. En la actualidad, los bancos centrales de los países de la zona euro no gobiernan la política monetaria (ni la masa monetaria, ni la tasa de cambio del euro, ni la tasa del interés básico). Todo esto es responsabilidad del Banco Central Europeo. La función de los bancos centrales de cada país es básicamente de supervisión, análisis y control.

Economía catalana

¿Cuál es el nivel de nuestra economía?

Es una economía potente y equilibrada, a pesar de la constante descapitalización por los hechos citados.

Nuestra plataforma industrial produce el 24% de todo lo que se produce en España. Por sectores destacamos en química (43%), plásticos (39%), papel y artes gráficas (31%), maquinaria (28%), equipos eléctricos, electrónicos y ópticos (32%), textil y calzado (36%), material de transporte (25%).

Contamos con 600.000 empresas (entre autónomos, pequeñas, medianas y grandes empresas). Nuestra red de PYMES es una de nuestras grandes fortalezas, por su agilidad y vocación internacional. Somos la primera región agroalimentaria de Europa.

¿Y el sector turístico?

Estamos bien dotados para prestar el mejor servicio, con marcas propias de gran notoriedad como “Barcelona”, “Costa Brava, “Port Aventura”, “Delta de l´Ebre”, etc. Somos el primer destino turístico de España, por delante de Baleares y Canarias. Tenemos unos 14.000.000 de turistas con un alto grado de fidelización. Uno de cada cuatro millones de turistas extranjeros, elige Catalunya como destino.

¿Y nuestra actividad comercial?

También muy equilibrada respecto a épocas anteriores, gracias al esfuerzo por la internacionalización. Nuestro mercado se distribuye en tres partes, con un tercio de cuota cada una: el mercado catalán, el mercado español y el mercado internacional.

¿Y nuestra balanza comercial con España?

También ha cambiado de signo, en el sentido de que las fuerzas comerciales se han compensado. Si analizamos nuestros principales mercados españoles, vemos lo siguiente: le vendemos a Valencia el 18% de lo que producimos, pero les compramos el 20% de lo que ellos producen (ambos somos el principal cliente de la otra parte). Las cifras con Aragón son el 14% y el 19%, y con la Comunidad de Madrid el 11% y el 9%. Los porcentajes son próximos, pero como nosotros producimos más que ellos, los valores absolutos son mayores por nuestra parte. Así y todo, el superávit comercial a nuestro favor ha perdido peso (del 5,3% del PIB en el 2001 al 3,3% en la actualidad).

¿Pero este superávit comercial no compensa el déficit fiscal?

En absoluto. Hay tres razones: una técnica, la segunda económica y la tercera alegórica.

Técnicamente una transacción comercial es un intercambio de bienes en función de los intereses de las partes. En una economía de libre competencia, todo obedece a la voluntad de las partes. Te compro porque me conviene o porque no encuentro una relación calidad-precio-servicio mejor que la que me ofreces. No hay mercados cautivos. Esto puede producir superávit o déficit comercial y expresa la fuerza o debilidad de una economía.

Frente a esto, una balanza fiscal con un déficit estructural de una de las partes, es un impuesto añadido sin ninguna prestación a cambio.

Económicamente, las cifras son claras. Si tenemos un 10% del PIB de déficit fiscal y un 3,3% del PIB de superávit comercial, es una cuestión aritmética: 10-3,3 = 6,7%. Es decir, si el mercado español desapareciera de nuestro horizonte (hipótesis poco razonable porque “Business is Business”), todavía nos quedaría a nuestro favor un 6,7% del PIB (14.070 MM €).

La alegoría sirve para aclarar dudas. Mezclar déficit fiscal con superávit comercial es narrar la pequeña historia de un tendero que, tras trabajar duramente toda la jornada, hace sus cuentas, coloca el dinero de las ventas en un sobre y se va para su casa, con objeto de ingresarlo al día siguiente en el banco. Pero al cruzar la calle, otro ciudadano le coge el sobre y se lleva una parte del dinero. La sorpresa es que al día siguiente, cuando el tendero abre de nuevo su tienda, el primer cliente es el mismo ciudadano, que hace sus compras con el dinero que se agenció el día anterior.

¿Cuál es el grado de apertura internacional?

Muy alto. Este grado se mide sumando las importaciones a las exportaciones y comparándolas con el PIB en términos porcentuales. En el caso de Catalunya, el índice es del 60% (el más elevado de España), frente a un 44% de Euzkadi y un 43% de la Comunidad de Madrid.

¿Y cómo vamos en exportaciones?

Muy bien. Las exportaciones catalanas significan el 26,7% del total español. En términos comparativos, la Comunidad de Madrid representa el 11,5% y Euzkadi el 10,6%. Además, nuestra cartera está muy diversificada: productos químicos 23%, automóvil 14,6%, alimentos 11,4%, otros productos de consumo 11%, etc.

La Burocracia

¿Necesitaremos muchos funcionarios para la administración del Estado?

Justos los necesarios. Catalunya es un país de emprendedores, no de funcionarios. En la actualidad, y a pesar del volumen de la población, en Catalunya hay solamente un 13,7% de funcionarios sobre el total de personal empleado. La media de España es de un 18,6%. En Extremadura hay un 32,5%, en Andalucía un 21,7%, en Madrid un 18%, en Euzkadi un 17,4%, en Navarra un 16,3% y en la Comunidad Valenciana un 14,3%.

Infraestructuras

¿Cuál es el estado de situación de nuestras infraestructuras?

Muy deficiente, a causa del abandono del Estado y de sus sucesivos gobiernos desde el inicio del período democrático. En las inversiones, ha primado siempre la ideología sobre la racionalidad y la viabilidad económica. Tenemos muchos ejemplos:

1. En Catalunya las autopistas son de peaje y las autovías (gratuitas) son marginales. En la Comunidad de Madrid y en Andalucía, por citar los casos más llamativos, hay muchas más autovías que autopistas.

2. Los estudios internacionales demuestran que los trenes de alta velocidad sólo se justifican entre dos poblaciones que aseguren la plena utilización. El concepto del AVE radial desde Madrid a cualquier provincia es una aberración económica. En paralelo a esto, todavía no existe un tren de alta velocidad entre Barcelona y Valencia, donde sí se cumplen las leyes del flujo, tanto de pasajeros como de mercancías.

3. El 40% de la exportación española se genera desde el arco mediterráneo (fundamentalmente entre Valencia y Catalunya) y, sin embargo, no se ha dado prioridad a un eje ferroviario de mercancías de ancho europeo que, saliendo de Algeciras, pase por todo el corredor mediterráneo hasta llegar a la frontera francesa. Para Catalunya y Valencia esta inversión es clave. Las ventajas son evidentes: descongestión de las autopistas, mayor seguridad del transporte, posibilidad de equilibrar el gran peso de los puertos del norte de Europa (que controlan el 75% del comercio marítimo que procede de Asia), ahorro energético y ahorro de los costes del transporte.

4. En contra, se ha propuesto un corredor ferroviario “ideológico”, que vaya desde Algeciras a la frontera aragonesa con Francia, pasando por Madrid y Zaragoza.

5. De ese corredor quedarían descolgados los puertos de Valencia, Tarragona y Barcelona, plataformas esenciales para la economía del país, que están en el paso del corredor ferroviario natural. Estos puertos son una vía de entrada para muchas mercancías procedentes de Asia, vía Canal de Suez.

6. Se ha hecho una macroinversión en Madrid-Barajas, con un aeropuerto sobredimensionado, que arrastra una deuda de 6.000 MM €. Cómo hay que justificar el monto de esta inversión, se han puesto barreras a la explosión internacional del aeropuerto del Prat, procurando que se especialice en vuelos “low cost” y otros residuales.

7. Se han hecho inversiones surrealistas, como el aeropuerto de Ciudad Real (1.100 MM € de inversión), en el que apenas hay movimiento.

8. Se ha puesto en funcionamiento el AVE Madrid-Barcelona (cuya viabilidad, a pesar de su notable uso, es más que discutible), pero se ha cargado a las inversiones en infraestructuras de Catalunya. Catalunya hubiera empleado el dinero en otras prioridades, en especial en la mejora de la ruinosa e ineficiente red de Cercanías.

9. Se han “emborrachado” con el AVE, hasta el extremo de que a finales del 2010, España tendrá más kilómetros de líneas férreas de alta velocidad que Francia, en tanto que el volumen de pasajeros de Francia será diez veces el de España.

10. Incluso cuando se aprueban inversiones en Catalunya, luego no se cumplen en plenitud. Las inversiones aprobadas por el ministerio de Fomento en el período 2002-2007 sólo se ejecutaron en un 73,8%.

11. Se ha impedido por todos los medios que el aeropuerto del Prat sea gestionado por los catalanes, en una combinatoria Generalitat-inversores privados. Quieren que AENA (cuerpo burocrático del Estado central) decida la política a seguir. En toda Europa, excepto en España y Rumania, la gestión de los aeropuertos está descentralizada. El aeropuerto de Frankfurt (el de mayor tráfico de la Alemania y uno de los grandes de Europa) está gestionado por una sociedad en la que el socio principal es el Estado de Hesse, además de los empleados, el ayuntamiento, la compañía Lufthansa y el Estado alemán, aunque este último sólo tiene el 6,56% y no tiene derecho de bloqueo.

Seguridad Social

¿Hay algún riesgo de que la independencia nos impida mantener nuestras prestaciones sociales?

Ninguno. No sólo esto, podemos mejorarlas. Hay que tener en cuenta que la caja de la Seguridad Social opera de forma independiente. Al igual que con el déficit fiscal, la balanza de la Seguridad Social tampoco está ajustada entre lo que pagamos y lo que recibimos. En el 2007, por ejemplo, el déficit superó los 3.600 MM €, que es igual a 1,85% del PIB catalán. Esto es debido al grado de ocupación en Catalunya respecto al resto del Estado, teniendo en cuenta la población. Con Seguridad Social propia podríamos mejorar la pensión media en un 25% y nuestros fondos de reserva estarían alrededor de 14.000 MM €.

Modelo económico

¿Cuál es el modelo económico a seguir?

En primer lugar, hay que señalar que el modelo económico español ha fracasado. Estaba construido sobre grandes empresas privatizadas, transformadas en monopolios privados, que han operado en posición de privilegio. Su generación de excedente y su mercado de clientes cautivos les ha proporcionado mucho efectivo, con lo que han diversificado su cartera de inversiones, no siempre con acierto. Muchas de estas empresas han repetido el modelo en algunos países latinoamericanos. No se ajustan a la libre competencia.

Junto a ellas tenemos a las empresas de obras públicas, que han bebido de los presupuestos del Estado (autovías, AVE´s, etc.), que también han repetido el modelo en otros países. Por último, la gran banca ha titulizado todo tipo de activos y ha volcado una mayor parte del crédito en el sector del ladrillo, sin asumir los riesgos que ello conllevaba.

Y todo ello con dinero ajeno, es decir, endeudándose con el exterior. Este enfoque ha contado con la colaboración del aparato el Estado central, cualquiera que fuera su gobierno. Es un modelo de la especulación, enfrentado a la economía productiva. Es un modelo heredado de la España rentista, que basa su crecimiento en las rentas del capital y en la intermediación, y no en el esfuerzo.

El modelo económico catalán ha de seguir otra senda. Ha de tener una buena plataforma industrial, lo que significa simplemente poner énfasis en el proyecto actual, con productos y servicios de mayor valor añadido. El modelo a copiar no es España, si no Alemania. El espíritu emprendedor de los catalanes, más calvinista que católico, ha sido siempre partidario del esfuerzo y la innovación, como motores de progreso.

Nuevo flujo monetario

¿Qué podríamos hacer con el excedente que tendríamos si fuéramos independientes?

Muchas cosas y de forma ordenada. Una parte se podría dedicar al gasto corriente y la otra a la inversión. A modo de ejemplo:

• Dar una paga extra de 1.000 € a todos los pensionistas: 1.400 MM €.

• Construir un eje transversal ferroviario: 7.000 MM €.

• Contribuir a los gastos de la Unión Europea: 2.100 MM. €.

• Crear un ejército propio: 1.300 MM €.

• Construir un eje ferroviario orbital.: 4.000 MM €.

• Desdoblar el Eje Transversal: 700 MM. €.

• Ley de dependencia: 250 MM. €.

Si se tiene en cuenta que las inversiones no tienen porqué repetirse cada año (algunos gastos corrientes sí), el diferencial a nuestro favor con el excedente de 21.000 MM. € es espectacular.

 

Fuente: Sobre la viabilidad económica de Catalunya como Estado independiente. Alfonso Durán-Pich. Barcelona. 03.06.2010.

 

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