Técnico es, por lo común, sinónimo de práctico y opuesto a teórico o científico...
Técnico es, por lo común, sinónimo de práctico y opuesto a teórico o científico. Mientras la ciencia tiende a explicar racionalmente los fenómenos, la técnica aprovecha los conocimientos científicos para producir resultados útiles. Es la vertiente práctica de la ciencia aplicada. Es este un concepto estático de la técnica. Interesa más, desde nuestro punto de vista, dar un concepto dinámico e, incluso, para decirlo de alguna manera, dialéctico. Así, entendemos por técnica la aplicación de la ciencia,
cualquiera que sea su objeto, al control y a la transformación de un sistema,
cualquiera que sea la naturaleza de sus componentes. La técnica, en este sentido, es un cuerpo orgánico de reglas y procedimientos derivados del estudio del sistema orgánico en cuestión, pero también este sistema es el producto de estas reglas y procedimientos. Así, puede ser
que los fines estén impuestos, objetivamente, por las reglas y no al revés. En este caso la técnica generaría una determinada ideología. Por otra parte, la técnica se encuadra, en política, dentro de una serie de instituciones humanas y sociales: la linealidad medio-fin es, por tanto, a menudo desviada. Hay que tener en cuenta –y no queremos ahondar más en ello- todas estas complejas cuestiones para entrever los peligros que comporta la tecnocracia.
El técnico no “pone en cuestión” las cosas –que era, según Ortega, la misión del intelectual-, sino que condicionado por su formación y su trabajo, cuida del buen funcionamiento de las mismas. Todo lo que no sea de aplicación es, para el técnico, una utopía. Como dice Paul Baran, “el término “técnico” denota normalmente al individuo cuya tarea no consiste en formular políticas, sino en llevarlas a cabo, no en fijar metas, sino en encontrar los medios de su realización”. El técnico, por definición, no es quien toma las decisiones últimas; el técnico es quien
dados ciertos fines a alcanzar y ciertos parámetros en base a los que juzgar de la bondad o de la aceptabilidad de los procedimientos a emplear, indica la combinación óptima (óptima en función de aquellos parámetros y coherentemente con aquellos fines) de los medios disponibles.
Fuente: Reflexiones ante el Neocapitalismo. Francesc de Carreras y otros.
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