Vivir en un estado de estrés es vivir en el modo de supervivencia, ya que son una misma cosa...

Vivir en un estado de estrés es vivir en el modo de supervivencia, ya que son una misma cosa. El estrés es lo que se produce cuando nuestro cuerpo abandona su equilibrio homeostático normal. Cuando reaccionamos ante algo, el cuerpo produce numerosas sustancias químicas que alteran el balance químico-fisiológico normal. Un factor o agente estresante es todo aquello que perturba el equilibrio químico normal del cuerpo. Y la respuesta al estrés es la que lleva a cabo el cuerpo para restablecer el equilibrio homeostático habitual.

Estoy seguro de que conoces a gente que siempre parece estar estresada; aun cuando no insistieran en decirte continuamente lo estresadas que están, tú te lo habrías imaginado sin problemas… Otras personas parecen plácidas y sonrientes por fuera, pero por dentro son como una olla a punto de explotar. Otras, sin embargo, muestran una paz tanto por dentro como por fuera que nos lleva a creer que han minimizado sus niveles de estrés. Sin tener en cuenta nuestra experiencia con los niveles de estrés de los demás o los nuestros propios, ha llegado el momento de enfocar el tema desde otra perspectiva.

En resumen, es importante que comprendas que nuestra forma de reaccionar al entorno o nuestra forma de pensar en respuesta a momentos pasados o futuros que pueden resultar estresantes, es la responsable de la mayor parte de las enfermedades, tanto físicas como emocionales, que padecemos. Así de sencillo. Cuando nos colocamos en un nivel de estrés elevado de manera repetida (crónica) o cuando nos mantenemos alerta ante la posible aparición de cualquier factor estresante que pueda afectarnos en un futuro, desencadenamos la respuesta de emergencia corporal al estrés sin cesar. Si está en un estado continuo de alerta máxima o modo de emergencia, nuestro cuerpo carece tanto de tiempo como de las fuentes necesarias para repararse y regenerarse.

¿Recuerdas que en los dos primeros capítulos hablamos sobre la inteligencia innata del cuerpo y su capacidad de ayudarnos a sanar? Pues bien, si estamos continuamente en el modo de respuesta al estrés, esa inteligencia enmudece. Además, nuestro cuerpo intenta una y otra vez ponerse al día, pero no puede.

 

Fuente: Desarrolla tu cerebro. Joe Dispenza. La Esfera de los Libros.Madrid.2008.

 

« volver