DEPENDENCIAS

Focus: Economía
Fecha: 08/06/2022

Hay un uso y abuso de los porcentajes en todos los ámbitos de la vida y lo cierto es que debemos tomarlos con precaución, pues muchas veces sirven para desfigurar la realidad. Está claro que si yo pago por tus servicios 4 euros/hora (como se paga a muchos jornaleros “sin papeles” en el campo español) y te subo el cien por cien –8 euros/hora–  te sigo pagando miserablemente, por mucho que alardee de mi generosidad.

Por eso siempre es mejor acompañar el dato porcentual de los valores absolutos. De no hacerlo así confundimos al personal. Como hacen por ejemplo algunos analistas norteamericanos cuando presentan los datos recientes sobre la producción de acero bruto, según información proporcionada por la Worldsteel Association.

Los sesenta y cuatro países miembros de la asociación produjeron en abril 162,7 millones de toneladas, que supusieron un decremento del 5,1% respecto a abril del pasado año, lo cual es un indicador de la lenta marcha de la economía. Hasta aquí nada que objetar. Lo que sí llama la atención es su reflexión sobre que la caída en la producción de la República Popular China ha ido acompañada del repunte en la producción de otras naciones (entre ellas Estados Unidos), que han tomado medidas para reducir su dependencia del primer productor mundial.

Esto está muy bien para declararlo en un foro internacional donde los políticos profesionales, la mayoría de origen burocrático, hacen grandes proclamas sobre medidas a tomar en todos los ámbitos, que luego los empleados del “back office”, con una formación especializada, reducen a menos que cero. Y es que la realidad supera siempre a la política-ficción

En el 2021, por ejemplo, China produjo 1.032 millones de toneladas, algo superior a lo que produjeron globalmente el resto de países (920 millones). El segundo país (India) produjo 118 millones. Y si tomamos como referencia los últimos veinte años (2001-2021), la producción de acero bruto ha aumentado un 129% y prácticamente todo este incremento se ha generado en China. La diferencia es tan sustancial que plantearse ahora un cambio de modelo para reducir la supuesta dependencia es misión imposible. Tendríamos que añadir que hablamos de supuesta porque el músculo industrial de China es tan potente que un noventa por ciento de ese acero bruto es materia base para la fabricación de productos de alto valor añadido, dedicados a los sectores manufactureros y de construcción. Y son esos productos terminados lo que China exporta a los mercados mundiales.

En otro plano es lo que está ocurriendo en el sector de la energía (ver mi artículo “Otro maldito embrollo” 16.05.22 https://www.alfdurancorner.com/articulos/otro-maldito-embrollo.html ) donde los mismos profesionales-burócratas, bajo la dirección interesada del gobierno del senil señor Biden, están operando como si Rusia no existiera. Y Rusia va sobrada, pues como ya dije es más que autosuficiente. Y no solo esto, sino que derivada del empeño de los gobiernos del mundo liberal-conservador de institucionalizar la guerra de Ucrania, la escalada de precios de productos básicos de naturaleza alimenticia puede producir daños irreparables para la población de muchos países subdesarrollados.

Lo más simple y razonable sería buscar un compromiso para parar la guerra. Es cierto que esto no le interesa al sector armamentístico (que también tuvo unos resultados económicos soberbios durante la guerra de Irak), pero como hay que repartir juego, la paz ofrecerá grandes oportunidades al sector de la construcción y de las obras públicas (con Halliburton a la cabeza), que tiene trabajo para restaurar o construir de nuevo todos los activos afectados. Este mecanismo (primero destruyo y después reconstruyo) lo hizo el gobierno norteamericano en Irak. Ahora ha contado con la colaboración del gobierno ruso y del ucraniano, éste último bien nutrido militarmente por los gobiernos “occidentales”. Porque esto no es una película del oeste, donde los malos y los buenos son fáciles de identificar. El tema es mucho más complejo de lo que uno puede deducir si sigue los informativos de los medios convencionales.

Incluso la gente de “Foreign Affairs”, publicación editada por el Council on Foreign Relations (institución considerada como el “gobierno en la sombra” de Estados Unidos), apuesta por una paz inmediata, para el bien de todo el mundo.

Hay que luchar para reducir las dependencias, todas las dependencias, incluso las afectivas. Pero hay que saber hacerlo.

 

 

  

Alf Duran Corner

 

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