Focus: Política
Fecha: 20/11/2022
A los sufridos ciudadanos (cuya primera acepción es que viven en una ciudad) les tocará votar próximamente para elegir a los rectores públicos de su municipio. Aquel día y los días previos, con la fanfarria de las campañas electorales, les recordarán que viven en una democracia. Algunos ya saben que este modelo de democracia que se practica en el Estado español es una democracia de mínimos, una democracia totalitaria que ya describí en su momento.
(27.06.22- https://www.alfdurancorner.com/articulos/la-democracia-totalitaria.html).
No voy a insistir en ello, porque las obviedades pueden resultar obscenas. Me voy a quedar ahora con las elecciones municipales y concretamente con las que corresponden a Barcelona.
Ya describió hace poco Xavier Roig en el digital “Via Empresa” los principales sistemas electorales al uso, lo que evidenció las trampas del sistema electoral que aquí se practica. El tema es muy grave, y lo es todavía más cuando se trata del poder local, por su proximidad a la ciudadanía.
La primera observación –que no por conocida hemos de aceptar– es que los partidos presentan listas cerradas. Tú no eliges. Ellos eligen por ti. Ellos te dicen quiénes son los más capaces para el puesto. Como si tú fueras idiota y no tuvieras criterio propio. Y además lo hacen de tapadillo, pues la decisión última la toman unos sujetos que están en la cúpula, muchas veces alejados de la realidad del territorio.
En las últimas elecciones –las del cinismo más agudo– la representante de EnComúPodem (señora Colau), que se autocalificaba de izquierdas, consiguió la vara de alcalde gracias al voto de un tal Valls, un personaje que pasaba por allí (conocido en Francia por sus cambios de chaqueta) que se autodefinía como antiindependentista y poca cosa más. No hace falta ser muy listo para conocer su trayectoria política y personal, y saber por dónde pisaba. Ahora, al parecer, se dedica a otros menesteres.
Luego la señora Colau, para gobernar con tranquilidad, se repartió el pastel con el PSOE-PSC, que de hecho siempre ha mandado en el ayuntamiento de Barcelona, gracias a tener controlados los puestos clave del sottogoverno desde el origen de los “ayuntamientos democráticos”. El tándem Colau-Collboni, buenos representantes de la “izquierda caviar”, han destrozado la ciudad de Barcelona con sus constantes “innovaciones”, haciendo de una bella y acogedora ciudad un parque temático. Desde los bloques de cemento, a los carriles bici en una ciudad empinada, las “superilles” con el destrozo del pavimento, las restricciones para la circulación de vehículos, el tranvía del Besós (que nadie pedía) y un largo etcétera de estupideces. Como han estado tan ocupados con todo esto, han desaparecido los policías municipales, que ahora no pasean por los barrios para dar protección y seguridad a los ciudadanos, sino que se desplazan en automóvil, en un gesto de modernidad. Esto último ha dado pie a que la ciudad sea ahora una “ciudad sin ley”, como si estuviéramos en el lejano Oeste.
El PSOE (los de la “mesa del diálogo”) ha ordenado al señor Collboni que se reposicione y opte a la alcaldía directamente. Esquerra Republicana, quizás en una demostración más de sometimiento a la autoridad competente, quiere volver a presentar al señor Maragall, que ya no está para estos trotes. De hecho no lo ha estado nunca, pues es más un político del “back office” (como ejercía con su hermano) que no para ocupar un primer puesto.
Los residuos de Ciudadanos y especies próximas se dispersarán. Como no tienen ideología, les importa un bledo el proyecto de ciudad a desarrollar. Probablemente veremos caras nuevas, promovidas por distintos lobbies, que se verán acompañadas por los candidatos del PP y Vox.
Dejo para el final a Junts, que apenas tiene cuota de poder en el ayuntamiento actual. Dicen que es posible que presenten al señor Trias, pensando que lo votarán todos los que están hartos de los malos resultados de la gestión municipal, en la que no debemos olvidar tiene una gran responsabilidad el señor Collboni. Creo que se equivocan. El señor Trias, que lo hizo muy bien como alcalde, debería dar su apoyo público a un candidato más moderno y reconocido de su tendencia política. Luego, cuando le apetezca, podría ir a jugar a la petanca con el señor Maragall.
Y a mi juicio, el candidato de Junts debería ser el señor Argimon o el señor Giró. Yo no sé si son miembros del partido o independientes, pero tampoco importa. Son conocidos (notoriedad), se les reconoce su buena gestión (confianza), tienen una edad razonable para el puesto (edad biológica), cuentan con un buen equipo de colaboradores de su etapa anterior de gobierno (cohesión). Se explican bien y van al grano.
Reconozco que es muy difícil recuperar la ciudad después de tanto destrozo, pero si alguien puede hacerlo son ellos. Y no se preocupen de la señora Colau y de sus chicos y chicas, el Sistema los colocará enseguida.
Puertas giratorias.