LE MALADE IMAGINAIRE
Focus: Sociedad
Fecha: 17/09/2007
Con este título, Molière escribió su última comedia, representada en el teatro del Palais-Royal el 10 de febrero de 1.673, poco tiempo antes de su muerte.
La de Molière fue una muerte anunciada, pues estaba enfermo desde hacía tiempo, y su última pirueta fue describir la falsa enfermedad, que hoy se define como
“hipocondría”, frente a las enfermedades reales.
En su obra, el protagonista Argan, un burgués insatisfecho, cree que siempre está enfermo y crea a su alrededor una atmósfera trágico-cómica en la que todo es posible.
En nuestra sociedad, la hipocondría se ha extendido, gracias a la “inestimable colaboración” de los medios de comunicación que nos informan detalladamente de “todo lo que nos puede ocurrir”.
Quizás el criterio central de esta atmósfera aprensiva y asfixiante es considerar que la salud equivale a la ausencia completa de molestias y dolores. Y esto es un error.
El
“sistema nervioso autónomo” nos confunde, pues la mayoría de nuestras molestias vienen determinadas por tensiones musculares y malos hábitos respiratorios.
El mecanismo que despierta el
“sistema de alerta” en los animales (ante una amenaza que se puede objetivar), trasciende en los humanos al pensamiento, que construye una supuesta amenaza que el cerebro amplifica. Y es que el
“desarrollo cortical” de nuestra especie tiene su haber, pero también tiene su debe.
Tómatelo con calma y relájate.
Como dijo en una ocasión Ángeles Mastretta: “Puesto que hemos de morir alguna tarde, qué bueno estar vivo esta mañana”.
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