TEORIAS SOBRE LA EMPRESA

Focus: Empresa
Fecha: 22/03/2007

Toda mi vida profesional ha estado dedicada a dirigir empresas. Mi trayectoria académica me podría haber llevado a otros territorios del saber, pero debo confesar que me sentí muy cómodo desde el principio.

Ya en mis inicios me preguntaba por qué la “formación empresarial” no era requisito indispensable para acometer un proyecto de esta naturaleza, como se le exigía una licenciatura en derecho a un futuro abogado o una en medicina a quien iba a ocuparse de nuestra salud.

Luego empecé a distinguir entre “emprendedores” y “empresarios” y fui comprendiendo, a través de procesos de prueba y error, la complejidad del fenómeno.

Todavía recuerdo mis primeras posiciones como miembro de un consejo de administración , en el que mis compañeros más veteranos defendían la teoría (aunque no la llamaban así) de que el único objetivo de una empresa era “ganar dinero” . Todo muy prosaico, pero muy real.

Más tarde aprendí a distinguir las sutilezas entre el corto y el largo plazo , la diferencia entre los accionistas individuales y los institucionales , el papel de los directivos , la búsqueda del dividendo o de la plusvalía , la inserción del mercado de capitales , la historia de las sagas familiares que derivaban de los fundadores , la función estratégica del conocimiento , las manipulaciones del valor de mercado , y un largo etcétera.

Podía haberme refugiado en mi escepticismo metodológico , pero nunca he tenido bastante con las funciones instrumentales.

Por eso traté de imprimir mi sello personal a las empresas que operaron bajo mi dirección. Y ese sello se expresa en la teoría de que “la empresa es un proceso de ajuste a un entorno cambiante, que trata de maximizar los intereses de las partes implicadas en su desarrollo” .

A esto los norteamericanos le llaman “stakeholders’ value” frente al archidefendido “shareholders’ value” .

Ahora que las empresas han descubierto que se puede intentar ser “ético y rentable” al mismo tiempo, veremos quien, en último término, tiene más razón en este debate.

Y si quieren profundizar, ya saben donde pueden encontrarme: “La Empresa : un Striptease”, publicado por Gestión 2.000 , que acaba de aparecer.

Me he prometido a mi mismo no escribir más libros sobre el mundo de la empresa. Este es pues mi testamento.

También me he prometido no regalar más libros a mis amigos, a no ser que sean de otros.
Alf Duran Corner

 

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